viernes, 26 de junio de 2015

Doniños, una playa con Historia y Leyenda, escenario del campeonato de España de surf.


La playa de Doniños, en Ferrol, continúa siendo un referente del surf europeo.

Galicia celebra estos días el 
Campeonato nacional de Surf 2015


Desde el pasado día 20 y hasta el próximo domingo (día 28), la playa de Doniños, en Ferrol (A Coruña), acoge (como ya viene siendo habitual) el campeonato de España de surf, en el que toman parte 300 deportistas agrupados en 19 categorías.

Fotografía de la Federación Española de Surf,
que recoge uno de los espectaculares momentos de la competición

Considerado por algunos como el encuentro surfista más importante de Europa, estrena en esta edición la modalidad “surf máster” para mayores de 35 años, y ofrece además un completo programa de actividades alternativas y eventos complementarios. Desde talleres centrados en la importancia de la conservación y respeto de los océanos, hasta conferencias medioambientales y de apoyo a los enfermos de fibrosis quística.

El arenal de Doniños es un privilegiado enclave para los amantes del surf.
Fotografía de "Galicia Mágica, moldeando la luz.com


            Sensacional arenal rectilíneo de 1700 metros, famoso por lo bravo de sus aguas abiertas al mar, que hace las delicias de los aficionados y profesionales de estas prácticas deportivas, y convierte a esta playa en referente indiscutible, Doniños cuenta también con una apasionante historia… en la que, con el correr de los tiempos, se han ido entremezclando de forma deliciosa, sin llegar a confundirse, ficción y realidad… esas anécdotas que otorgan al pueblo gallego el valeroso carácter que lo distingue y perfila, y la magia siempre latente que emana de sus hermosos e inigualables rincones… 

Sensacional perspectiva del arenal de Doniños y la laguna, tomada por el Club de Parapente de Ferrol


Agosto de 1800. La humillante derrota de la Armada inglesa.

Tal como reflejan las crónicas que hoy en día se conservan de la época, el 25 de agosto de 1800, la Armada inglesa se propuso tomar al asalto el que era considerado uno de los enclaves más privilegiados del Océano Atlántico: el puerto de Ferrol.

Con tales intenciones, con más de un centenar de buques de guerra y numerosa infantería, los ingleses se fueron aproximando a la playa de Doniños, bajo las órdenes del almirante Warren.

Sin embargo, lo que a primera vista se antojaba harto fácil, a juzgar por el pequeño fortín con que contaban los ferrolanos como única defensa, pronto se tornó en “desembarco infernal”.

Doniños, playa abierta y resacosa, impedía a las naves asaltantes aproximarse, y obligó en última instancia a la flota inglesa a servirse de chalupas para desembarcar a la tripulación y tratar de tomar tierra. En tales circunstancias, los infantes ingleses pronto se convirtieron en una presa demasiado fácil para los cañones ferrolanos.

Las bravas aguas de Doniños echaron por tierra en las aspiraciones de la Armada inglesa.
 Fotografía tomada del blog Visiones de Ferrolterra.


De otra parte, el camino hacia Ferrol estaba muy bien defendido, y el paso que ofrecía la laguna resultaba de todo punto impracticable. Era el comienzo del fin, o la humillante derrota que sufrieron los ingleses ante los nativos de Ferrol, que “con uñas y dientes” pelearon, valerosos, por la conservación y defensa de su enclave portuario y geográfico, sin discusión privilegiado.


La leyenda de Doniños, un pueblo castigado por sus pecados:


Aunque la realidad arroja a todas luces que el origen de Doniños se vincula a la tribu celta de los Dummios que se asentó por largo tiempo en estas tierras, la leyenda narra la historia de una población malvada e idólatra (como tantas otras: Babel, Sodoma y Gomorra…) que habitaba la zona que hoy ocupa la laguna.

Panorámica de Doniños. Fotografía de Minube.com



Conjurada y castigada por sus deleznables pecados y comportamiento infame, con una gigantesca ola pueblo y habitantes sucumbieron y quedaron por siempre sumergidos en las profundidades. Y de nuevo en abierta similitud con otras narraciones bíblicas (Moisés), sólo se salvaron dos niños en un canastillo… y de ahí, de “dos niños”, el nombre con que se viene conociendo esta emblemática playa de Ferrol: Doniños.  

martes, 2 de junio de 2015

Cansados del independentismo, sus apolillados complejos y ancestrales resentimientos...

       

     Yo habría suspendido el partido, sin más… para justificar y rentabilizar, acaso, la ingente y urgente movilización a la inversión en silbatos… “¿no quieres caldo?, pues toma dos tazas”…


        Y conste que, SEGURO, hace tiempo ya habría prescindido en España de la monarquía (aditivos y derivados), y décadas también que, ¡¡bendita sea vuestra puñetera independencia!!, os habría concedido el beneficio de la misma; ¡¡a disfrutarla, caray!!, ¡¡y dejadnos en paz de una vez con tanta soberbia, tanta indecencia, y tanto complejo enquistado!!... que “no está hecha la miel para la boca del asno”.


        Y es que, cansada ya de comportamientos neandertales, despropósitos y actitudes aberrantes que incitan al rodar de cabezas y al correr de la sangre, al vandalismo, el alboroto, la intolerancia y la barbarie, anhelo el día en que (¡¡alabado sea el cielo!!), los independentistas catalanes, vascos, etc., etc., etc., se emborrachen por fin de independencia, y embebidos hasta el alba, con los pelos como escarpias al son de sus particulares himnos, extasiados ante el rítmico ondear de sus banderas, se regocijen sin odios ni rencores en ésos sus propios eventos y celebraciones, ligas deportivas y demás exhibiciones.


        Anhelo el día en que la libertad no se confunda con el libertinaje, ni se mezclen escenarios tan dispares como los que habrían de servir de soporte a política y deporte. Ese día en que la defensa de una idea o ideal se proyecte más allá de la ponzoña, de la falta de respeto, la intolerancia, y el primitivo proceder de la caverna.

        Libertad de expresión. Bajo tan noble concepto se amparan, con la tan pobre y patética ¿expresión? de la manada descontrolada, de la jauría incapaz de articular palabras… sólo pitos, sólo insultos, sólo gritos.


        Libertad de expresión que sin embargo vulnera el derecho de aquellos (¡¡y son muchos!!) que SÍ QUIEREN ESCUCHAR EL HIMNO DE ESPAÑA, o que pretenden asistir, SÓLO, a un evento deportivo.


        Se trate de la copa del Rey (de España), o se trate de la liga (española), se trata de la incoherencia y el cinismo de los que parecen no tener las cosas claras, y/o de los que al parecer tienen demasiada cara.

        Porque no se puede renegar de España, de su monarca y demás instituciones, y querer sin embargo el título de campeón de la copa (DEL REY), o de la liga ESPAÑOLA, y que la celebración del encuentro se ajuste a nuestras preferencias personales y particulares reivindicaciones.

        Cada cosa en su sitio, a su “tempo”… y un sitio para cada cosa, en su preciso momento…

        Irracional y sectario me parecen términos suaves para tratar de describir lo que acontece en España a tenor de los “nacionalismos”. Porque en verdad que ni el agua bendita levantó tantas ampollas en la niña del exorcista, como lo hacen el himno y la bandera en toda esta tropa de intolerantes extremistas. ¿Tanto duele?

        ¿Tanto como para perder papeles y educación; tanto como para ofrecer tan bochornosa imagen?.

        Vergüenza ajena siento, la verdad. Porque manifestaciones como estas nos deslucen más allá de cualquier frontera; y sobre todo, más allá de la propia frontera, la personal, la del “yo” y la íntima inteligencia.

        ¡¡Valiente ejemplo, valiente legado y reputación nos estamos granjeando!!.

        Enseñamos a nuestros pequeños a “expresarse” con pitos, voces y gritos; con odio y veneno. Enseñamos la táctica del amotinamiento y la confusión/ofuscación del “revienta fiestas” trasnochado, del que está por estar, como un becerro más; enseñamos la ausencia de diálogo y el don de la inoportunidad; enseñamos, desde el deporte, por el deporte, y para el deporte, lo más patético del comportamiento antideportivo e intolerante; del sentimiento huraño, arcaico, obtuso y cerrado; patán, paleto, grosero y pueril…

        Enseñamos a nuestros pequeños un rostro muy poco global, competitivo, atractivo e internacionaluna faz y actitud demasiado obsoleta para los tiempos que corren, ¡¡vaya!!, y desde la que se me antoja harto difícil progresar, triunfar, avanzar… ser referencia y no rémora resentida que se retuerce y mortifica víctima de su propio y absurdo veneno.


        P.D. – De las sonrisitas triunfalistas y socarronas de esos pobrecitos que aún hoy no saben distinguir entre proa y popa, no voy a hablar… el tiempo, por fortuna, acabará por colocar a cada uno en su lugar… y que luego no llamen, “toc, toc… ¡¡ay, ay!!, a papá y a mamá”.

miércoles, 15 de abril de 2015

La cresta del gallo, en la cresta de la ola… 5.000 euros el kilogramo; ácido hialurónico, de las pastelerías en los años 40, a la revolución en cosmética y cirugía estética en los 90.


El ácido hialurónico (AH) se suele obtener de fuentes naturales de origen animal, como las crestas de los gallos, la aleta de tiburón, los residuos del procesado de pescado (intestinosojos..) y el cordón umbilical (otra de las fuentes principales de este compuesto es el humor vítreo y líquido sinovial de las articulaciones del ganado vacuno, pero a raíz de los gravísimos casos del “mal de las vacas locas estas fuentes de ácido hialurónico están sometidas a fuertes restricciones en cuanto a su uso y comercialización).

La cresta de los gallos es la principal fuente de AH


Con un precio que en 2004 rondaba la nada desdeñable cifra de 5.000 euros el kg, el ácido hialurónico hoy en día nos resulta familiar por su inclusión en productos de cosmética (cremas y geles), para combatir y prevenir el envejecimiento.

Sin embargo, lo cierto es que este polisacárido presenta múltiples aplicaciones de tinte terapéutico, que van más allá de la estética…

¿Qué es el ácido hialurónico…?


En 1934 el farmacéutico alemán Karl Meyer y su colega John Palmer aíslan en el laboratorio de oftalmología de la universidad una sustancia hasta entonces desconocida a partir del humor vítreo de los ojos de las vacas. Descubrieron que esta sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, y que una de ellas era ácido glucurónico. Así, decidieron darle el nombre de ácido hialurónico  -de hialoide (vítreo) y ácido urónico-.

Aunque sospecharon desde el principio que esta sustancia que permitía al ojo conservar su forma podría tener variados usos terapéuticos, será en 1942 cuando el científico húngaro Endre Balazs utilizará las técnicas de Meyer para sintetizar este ácido a partir de las crestas de los gallos, que hoy en día continúan siendo las fuentes de ácido hialurónico más empleadas y rentables, y registrará así el primer uso comercial de este ácido, como sucedáneo de la clara de huevo en los productos de pastelería.


¿Para qué sirve…?


Al igual que los sulfatos de condroitina, el ácido hialurónico es un polisacárido que presenta función estructural y existe en la sinovia, el humor vítreo y el tejido conjuntivo colágeno de infinidad de organismos.

En seres humanos destaca su concentración en las articulaciones, los cartílagos y la piel. En un hombre de 70 kilogramos podemos encontrar un total de 15 gramos de ácido hialurónico, y un tercio de éste se degrada y sintetiza cada día.

De consistencia viscosa, el ácido hialurónico, que está compuesto por cadenas de carbohidratos complejos, se caracteriza por retener grandes cantidades de agua y por adoptar una conformación extendida en estado de disolución, por lo que resulta de gran utilidad a la hora de acojinar o lubricar (factor esencial en las articulaciones).



Su uso en cosmética, el sector de mayor demanda, se conoce desde 1996, aunque su espectro de posibilidades en otros campos médicos es casi infinito.
Su interés cosmético radica en que al poseer la capacidad de retener el agua en un porcentaje equivalente a miles de veces su peso, resulta ideal para la hidratación de la epidermis y para reconstituir las fibras que sostienen los tejidos de la piel.
Su potencial a la hora de desarrollar colágeno, retener

 agua y materia de relleno cutáneo, le ha otorgado una

 gran demanda dentro del sector de la cosmética

la cirugía estética y la odontología estética.

También se utiliza para favorecer la cicatrización de heridas y úlceras de decúbito en aplicación tópica, para sustituir el líquido sinovial perdido durante las artroscopias  o en sesiones de mesoterapia
Sin embargo, el uso principal del ácido hialurónico en medicina se circunscribe  al ámbito de la belleza y cosmética: como material de relleno en cirugía y odontología estética.

Estimula la producción de colágeno

Y es que este material, además de alisar los pliegues 

subcutáneos, estimula la producción de colágeno, lo que 

multiplica y prolonga el resultado rejuvenecedor.

Destaca en relleno y contorneo de labios y pómulos, para alisar la frente y las marcas cutáneas, y también se administra para reducir las cicatrices del acné severo y otros problemas cutáneos que ocasionen pérdida de piel. El ácido hialurónico se inyecta justo bajo la piel, donde está la arruga.
También se emplea en clínicas de fertilidad, para el tejido conjuntivo o conectivo, en el aumento de volumen de los tejidos y como suplemento nutricional para las articulaciones en tratamiento por dolor o con osteoartritis. El ácido hialurónico también es capaz de eliminar los radicales libres, los subproductos dañinos para el tejido derivados del metabolismo del oxígeno, que son responsables tanto de inflamaciones como del temible cáncer.
Se le ha dado uso en la cirugía ocular veterinaria y se tiene constancia de resultar efectivo en el tratamiento de la cisittis intersticial, a partir de instilaciones vesicales.

Condroprotector y cicatrizante

Aunque el efecto del ácido hialurónico en las articulaciones revela mejorías a medio y largo plazo (más que inmediatas), numerosos experimentos han demostrado que puede acelerar la recuperación de forma asombrosa después de sufrir un esguince, ya que es capaz de formar una cicatriz en los ligamentos lesionados.

En este mismo camino, los resultados obtenidos en el estudio de pacientes con artrosis de rodilla desvelan que a los seis meses de iniciado el tratamiento con inyecciones intraarticulares de hialurónico, tanto la concentración de líquido sinovial, como la viscosidad y elasticidad habían aumentado en un porcentaje notable.

El ácido hialurónico se aisló por primera vez a partir del humor vítreo vacuno



“Los milagros… en Lourdes”

No obstante los beneficios y cualidades asombrosas que presenta esta sustancia, conviene señalar y “alertar”, fundamentalmente en el campo de la estética y cosmética, que pese a sus virtudes y propiedades, el ácido hialurónico no es capaz de obrar milagros, y son muchos los expertos y organizaciones que advierten de sus limitaciones en cuanto a efectividad y resultados en los tratamientos a base de cremas y geles que tanto se anuncian hoy en día en los medios, y que prometen la eterna juventud en tiempo record, con sospechosos asteriscos que remiten a estudios realizados y que finalmente arrojan cierta incertidumbre, subjetividad y ambigüedad, y escasas evidencias de la efectividad en los términos en que se postula.


miércoles, 1 de abril de 2015

Del siniestro aéreo de los Alpes y la fragilidad de los cimientos del individuo.

Desde el prisma del mero espectador que recibe el bombardeo incesante de información sobre el desastre del accidente aéreo de los Alpes, que a todos nos ha dejado helados, abatidos, conmocionados, puedo tratar de elevarme, abstraerme y adentrarme, con el alma encogida (eso sí), con cautela y sigilo (también), pero indemne y firme en la distancia, en la ausencia de lazos, de vínculos que asaetearían y nublarían raciocinio y entraña, e ir más allá

Más allá de esa búsqueda morbosa en unos casos, curiosa en otros, técnica, periodística, sociopolítica, condenatoria, exculpatoria o desgarrada, para centrarme en la cuestión que me resulta más inquietante de tantas, de todas…

No es la búsqueda de corresponsables por las posibles omisiones, o por exceso de celo, por legislación aplicable, normativa de empresa, secreto profesional y criterio médico, medidas de seguridad, etc., etc., etc…

Bella imagen de los Alpes, cordillera en que tuvo lugar el desastre.
 Foto de rendezvousenfrance.com


 Tiene más que ver con ese lado oscuro de la mente, con esas sombras y fantasmas que anegan, minan y estrangulan el alma.
Esos “renglones torcidos” (1) que a veces laten con más fuerza, y a viva voz, en la penumbra del yo, nos hablan de cosas macabras; esas heridas que “apenas” sangran (o no lo hacen, al menos, hacia fuera), pero sí desangran, agotan, abaten y matan…

Ese monstruo infernal e invisible que un buen día nos visita, activa un “clic” allá, dentro, en lo hondo… y desata tempestades… Ese “demonio” capaz de devastar, como un tsunami, y capaz de arrancar y arrebatar de cuajo sensibilidad, cordura, empatía, ego, humanidad…

Heraldos Negros (Cesar Vallejo)



Hay golpes en la vida tan fuertes… Yo no sé.



Golpes como del odio de Dios. Como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido


Se empozara en el alma… Yo no sé.


Son pocos, pero son…


Abren zanjas oscuras


En el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.


Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas.


O los heraldos negros que nos manda la muerte.


Son las caídas hondas de los Cristos del alma.


De alguna fe adorable que traiciona el destino.


Son esos rudos golpes las explosiones súbitas,


De alguna almohada de oro que funde un sol maligno.


Y el hombre… ¡Pobre hombre! Vuelve los ojos como


Cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;


Vuelve los ojos locos, y todo lo vivido


Se empoza como un charco de culpa en la mirada…


Hay golpes en la vida tan fuertes… ¡Yo no sé!.


Algunos dicen que hay que ser muy valiente… Otros, sin embargo, sostienen justamente lo contrario… que es indicio y señal inequívoca de una gran cobardía…

No sé; no sé en verdad qué pensar del suicidio, del que se suicida; no sé qué pensar de sus mil y una formas, de sus trajes y mortajas… a solas o en compañía…

Sólo sé que hay que sentir que algo se ha roto en el "yo mismo", en el "nosotros", el "vosotros" y "contigo"... ¡¡de tal forma, hasta tal punto!!… que se me anudan y agolpan las tripas y las lágrimas en la misma garganta…

Es sentir la soledad y el abandono hasta el desarraigo; la pérdida, la derrota y la deriva; el castigo eterno, el infierno en vida; el carecer de sentido, la zozobra constante, incesante…

Es no querer soportar ya más; no soportarse; carecer de razones, enterrar cada día un puñado de sueños e ilusiones… Doblar la rodilla y hundirse entre lodos y fango; no querer levantarse, vencerse, abandonarse, dejarse arrastrar, aplastar… y cerrar los ojos, torcer la cara a un día más…

Es la angustia de tener que vivir, el dolor de respirar, las lágrimas ulcerando la cara, y el corazón demasiado cansado, abatido, arrugado, apagado…

Ofuscada y hastiada la mente, ocluida y gastada, sin rastro de azules y verdes; sin fe, sin horizonte, sin huella, sin norte…

Son esas “cárceles del alma” (2) en que a veces sucumben la esperanza y las ganas; y nos arrastran sin remedio, turbio torbellino, al pozo más negro y más fiero, más tétrico y lúgubre… callejón sin salida, punto de no retorno (PNR).

Y he aquí que me asusta y conmueve, y me conmuevo y me asusto, de igual a igual, en la certeza de que todos, tanto tú como yo, nosotros… podríamos ser y sentir algún día, en algún momento de la vida, quién sabe, tal vez, esa suerte de desasosiego indescriptible que te arroja a la sin razón más aberrante y peligrosa…

¿Qué ha fallado?, ¿qué conclusiones, análisis, reflexiones, planteamientos, actuaciones cabría esperar al hilo de todo lo acontecido?...

De nuevo pretendo ir más allá… Más allá de si sobran, faltan o cojean las medidas y políticas de seguridad, etc., etc.

Lo que ha fallado, lo que falla una y otra vez, es la base humana; el desarrollo y proyección del yo, del entorno íntimo del yo, del entorno próximo (el tú y el nosotros), del más remoto, social, laboral, lúdico y cultural (vosotros y ellos).El caldo de cultivo, en definitiva, los sólidos cimientos del individuo y de la sociedad, capaces de cimbrear frente a huracanes, de mudar y mudarse, construir, reconstruirse y adaptarse… sobrevivir, sobreponerse… 

La forja que hoy nos hace y nos moldea, es la que ha fallado de forma flagrante, al permitir tal grado de desintegración de la persona, tal grado de dependencia y subyugación por una idea, por una meta, por un trabajo (aunque sea el trabajo soñado).

Ni familiares, ni amigos, ni compañeros… ni los médicos, ¡¡NADIE!!. Nadie ha sido capaz de entrever, con apropiadísima clarividencia, que algo no iba bien… que Andreas se desmoronaba y alejaba, por un cúmulo de circunstancias personales que en su interior se revolvían, sublevaban, exacerbaban y descontrolaban, hasta el punto de la pérdida de la conciencia absoluta…

¡¡NADIE!!, nadie ha sido capaz de llegar hasta Andreas, de tender ese hombro, esa mano que en tan fatídicos momentos precisaba. Nadie era consciente, nadie albergó sospechas… ¡¡NADIE!!. 

Nadie pudo llenar ese hueco, cerrar esa herida, secar esas lágrimas; nadie pudo arrojar luz entre tanta tiniebla, dirigir la nave, saciar su sed, proporcionar en el pecho un seguro cobijo, y derretir su pena, su rabia, su angustia… en un abrazo infinito… de madre, de padre, de novia, de amigo… de hombre, de humano… de hermano.

(1)    Los renglones torcidos de Dios, sensacional obra de Torcuato Luca de Tena sobre los intrincados misterios de la locura y sus múltiples vertientes.
(2)  Las cárceles del alma, novela de Lajos Zilahy, otro ejemplo de esa literatura rusa que ahonda en lo profundo del ser humano.