Hoy propongo una lectura
interesante y “sobrecogedora”...
Entre
el Cielo y la Tierra, de María Vallejo-Nágera, aborda (al igual que
comentábamos de Andréiev en Los Espectros
y Las Tinieblas), lo hondo e
íntimo de las almas atormentadas… Sin embargo, en este caso, la autora lo hace
desde una perspectiva singular y poco conocida. Y es que a lo largo de la
obranos iremos acercando al estado y lugar en que habitan los espectros, fantasmas de los
de verdad… o benditas almas
del purgatorio, en su dramático y doloroso proceso de purificación.
“(…) la mayoría de las
personas van al purgatorio (…) un lugar de tristeza y expiación infinita (…) de
grandes lamentos y gritos lastimeros (…) (de los testimonios recogidos de los
videntes de Medjugorge, Bosnia-Herzegovina, en 1982).
Sin ánimo de querer
convencer a nadie de nada, tal como subraya la propia autora “(…) simplemente he intentado acercarle un poco a
ese misteriosísimo mundo que es el purgatorio (…)”. Con ánimo acaso de dar a
conocer información y testimonios que tras un laborioso trabajo de
investigación ha ido recopilando, María Vallejo-Nágera invita a traspasar el
umbral de una temática “confusa”, “opaca”, y no exenta de “polémica” incluso
entre los propios miembros del estamento eclesiástico “(...) reconozco que no nos han sabido transmitir
la información correcta en lo que concierne a las benditas almas del purgatorio
(…)”, para dejar abierta una puerta a la reflexión, a la duda… a la “acción”...
Inquietante ensayo sobre las almas del purgatorio |
Desde el prisma de la sólida creencia en el dogma de fe de la Iglesia Católica sobre la existencia del Purgatorio, la primera parte del libro (que abarca seis capítulos), se destina a esclarecer conceptos (qué es el purgatorio, qué niveles hay), a establecer parámetros de actuación (qué hacer para ayudar a las almas purgantes y cómo obrar para “tratar de evitar” el doloroso trance), y a aportar “copiosa” documentación sobre experiencias de encuentros con almas acaecidos a lo largo de la historia (místicos y Santos), reconocidos en su gran mayoría por la propia Iglesia.
La
segunda parte de la obra, más “epistolar” que divulgativa, se centra en el
relato de los testimonios de “ciudadanos de a pie”,
que por unas u otras razones se han visto involucrados, en algún momento de la
vida, en extraños sucesos de tinte “sobrenatural”, relativos a esas almas que
tratan de contactar con el mundo de “los vivos”, en busca de consuelo y ayuda, a través de la oración y sacrificios que
por ellos se puedan ofrecer.
“(…) por
regla general, las apariciones se presentan en forma humana; la oración les
resulta grata y se tranquilizan con ella (…) las oraciones, misas y pequeños
sacrificios pueden liberarlas para siempre (…)”.
No vamos a analizar o comparar la
calidad y cualidad literaria, pues anticipo que se trata, en líneas generales,
de un relato en el que lo que prima es
el contenido de fondo. Coloquial,
“medianito” en expresión y recursos, resulta sin embargo ameno, próximo y
cercano; muy asequible para el público en general, y repleto de
“coletillas” y “giros” que sirven para restar solemnidad, y ganar en empatía.
Así, y al
margen del escepticismo que pueda subyacer, dada la enorme carga de “simbología didáctica” que iremos
encontrando (colores asociados a las almas, aspecto y fisonomías…), al margen
de lo “apropiado” y coherente de ciertas prácticas expuestas que podrían
aparentar “interés mundano”, y del claro posicionamiento
algo “dogmático” de la autora, el relato cuenta
con la ventaja y virtud de la
singularidad y atractivo del tema, para despertar el interés y la inquietud;
para “agitar” las conciencias.
Escaso
quizá en cuanto a “defensa” y profundidad de argumentos, mejorable en lo
tocante a organización y estructura, este complejo trabajo de investigación,
que “a priori” acogí con cierto recelo (y hasta temor), sirve sin embargo para derramar una
luz diferente sobre una temática poco difundida.
Particularmente agradezco la nueva perspectiva obtenida, que me permite
pensar en “la posibilidad de…” desde
el respeto y la compasión, sin el institucionalizado terror de la “sociedad
occidental” a los espectros o almas (al que tanto ha contribuido,
paradójicamente, la Iglesia Católica) .
Agradezco también, independientemente
de lo firme y férreo de la creencia, que se insista en la importancia de la caridad, del sacrificio o esfuerzo
desinteresado por los demás, de mantener vivo el recuerdo de los que “nos han
abandonado”, pues considero son conceptos y valores que van más allá de la
religión, y que tienen mucho que ver con la calidad del ser humano.
Y así, conmovida
e imbuida de la sana intención de poder ofertar mi consuelo y ayuda, de
sentirme mejor, acaso, en ese intento de echar una mano; sin miedos ya, y con el miedo
lógico al incierto futuro que nos pueda aguardar, con la sombra de la duda
(¡¡vaya!!) que azota y “enfrenta” razón y conciencia, procuraré en adelante
dedicar algún momento a la oración piadosa por todas y cada una de esas
posibles almas penitentes. Cierto es que no supone ningún esfuerzo, y cierto también que la lectura de esta obra ha conseguido
sensibilizarme lo suficiente, como para tocar la fina fibra de la entraña, y
sentir sincera compasión por todo aquel que sufre (aquí, en la tierra, o en el
más allá…).
María Vallejo-Nágera, licenciada
en pedagogía y exponente de la narrativa realista
contemporánea española, es autora de novelas tales como El Patio de los silencios, La Nodriza, Luna Negra o El castigo de los ángeles. Sin embargo,
será con la obra Un mensajero en la
noche, con la que conseguirá abrirse un importante hueco en el universo
literario.
Ficha: Entre el Cielo y la Tierra/ María Vallejo-Nágera/
Editorial Planeta S.A 2007/318 pág.
Editorial Planeta S.A 2007/318 pág.
ISBN 978-84-08-07107-5
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